El Notario tiene a su cargo recibir, interpretar, redactar y dar forma legal a la voluntad de las personas que ante él acuden y conferir autenticidad y certeza jurídica a los actos pasados ante su fe.

 

Entre las ventajas y beneficios que se pueden obtener al acudir a un Notario se encuentran las siguientes:

 

  • Las partes pueden tener la certeza de la legitimización e identificación de las mismas y evitar la suplantación ya que el Notario se cerciora y las verifica.

     

  • Las partes pueden contar con la asesoría y consejo del Notario antes de la celebración de algún contrato para evitar trámites, juicios y gastos innecesarios. El Notario no es solo un Profesionista, sino un hombre que actúa en el marco del Derecho con calidad, honorabilidad, integridad y ética buscando permanentemente la seguridad jurídica.
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  • El Notario verifica y se cerciora que el enajenante sea realmente el propietario o en su defecto que cuente con las facultades necesarias y suficientes para comparecer en carácter de representante del propietario.
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  • El Notario verifica y se cerciora que el inmueble motivo de operación, no reporte gravámenes que puedan limitar la libre transmisión del dominio, por ejemplo hipotecas, fianzas, etc y se encarga de recaudar todas las contribuciones, federales, estatales y municipales que se causen con motivo de la mencionada operación.
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  • El Notario evita riesgos innecesarios para los contratantes ya que en la redacción y elaboración de los contratos que se pretenden formular, se cerciora de que se reunan los requisitos establecidos por las leyes vigentes.
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  • El Notario en su honestidad de servicio e imparcialidad, evita situaciones que pudiesen dar ventaja a alguna de las partes en perjuicio.
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  • Al contar con la participación de un Notario, se evita la pérdida, destrucción y modificación del contrato efectuado, pues lo que se entrega a los contratantes son copias certificadas o testimonios, y el original se conserva en el protocolo de la Notaría.